Domingo, Miguel Ángel, Jose, Ezequiel…  Estos son solo algunos de los nombres de quienes conformamos Artearena, personas que un día decidieron dedicar parte de su vida al arte de crear tapices de tierra natural. La mayoría voluntarios, muchos hemos crecido con la mirada puesta en las creaciones de pétalos y arena de nuestros padres, abuelos o bisabuelos. Corriendo por nuestra sangre la devoción por las alfombras villeras no resulta extraño que hoy seamos los encargados de dar vida a esta obra efímera que cada año decora la plaza del Ayuntamiento de La Orotava, responsabilidad que asumimos con orgullo, dedicación y admiración.

Esta asociación, cuyos primeros pasos se dieron ya en 1992 bajo la dirección de Domingo Jorge González Expósito, surge con el objetivo de que la continuidad de una tradición centenaria como esta no quede en manos de una sola persona y que a través del colectivo, en el que trabajamos hombro con hombro, esta festividad emblemática de la Villa siga viva generación tras generación. Conformada en Junta en 2015, Artearena también busca dar a conocer al mundo entero esta particular formar de confeccionar alfombras, una costumbre con acento canario que quiere asomarse al exterior.

Nuestro presidente, Miguel Ángel García Díaz, y nuestro director, Domingo Jorge González Expósito, son los responsables de dirigir a un grupo que va, desde los 14 años –en el caso del más benjamín- y hasta los 70 años –los del más veterano-, en el laborioso trabajo de dar forma a la alfombra de arena más grande del planeta. Todo empieza en la mente del director, que muchos meses antes -alrededor del mes de septiembre-, comienza a diseñar el que será el boceto del siguiente Corpus Christi. El tema se centra en un motivo religioso, que se acuerda con el párroco local, al que se le añaden temas sociales, tan cadentes como preocupantes en los últimos tiempos, y motivos ornamentales.

Algo más adelante, se recoge el material en el Parque Nacional del Teide, y se prepara la tierra para su uso más artístico. Durante esos días también se coloca una protección para la obra, siendo actualmente tres carpas, en la plaza del Ayuntamiento, y se dibuja el boceto que más tarde será comenzado a realizar con arena. Un trabajo en el que participan una veintena personas durante más de un mes y medio.