Te contamos cinco curiosidades, a menudo desconocidas, sobre la confección de la alfombra de arena de la plaza del Ayuntamiento villero
- 1. La dificultad de confeccionar una obra con dos farolas de por medio. La plaza del Ayuntamiento de La Orotava tiene dos farolas de cinco metros de diámetro cada una. Se trata de dos colosales instalaciones que embellecen el recinto pero que, a menudo, se convierten en un quebradero de cabeza para los alfombristas. Y es que la presencia de las farolas obliga a que el diseño del magno tapiz se adapte completamente a ellas. Una complicación que los directores de la alfombra han resuelto de innumerables y exquisitas maneras -haciendo que el diseño pase a su alrededor, integrándolas en la obra, recurriendo a minuciosas técnicas… -. El resultado: ¡nadie recae en ellas!
- 2. Casi medio millar de cuencos para mezclar las tierras. Conseguir todos los tonos de arena necesarios para dar vida a la alfombra de tierra más imponente del mundo precisa de mucho trabajo previo. En este proceso se usan, nada más y nada menos, que 400 cuencos de plástico donde mezclar el material. Los cuencos se reutilizan de un año para otro, aunque cada Corpus Christi hay que adquirir nuevos y reciclar los antiguos. ¡Los custodiamos como una de nuestras mejores herramientas!
- 3. Tierra que se almacena de un año para otro. La arena que se recolecta del Parque Nacional del Teide para hacer magia en forma de alfombra se atesora cada 365 días. Esto quiere decir que no todos los años se recoge la misma cantidad de tierra ya que la mayor parte de la que finalmente se usa es material sobrante de otras alfombras. Este excedente de arena se conserva en nuestras instalaciones y forma parte de otros magnos tapices de los años siguientes. ¡Es nuestro material más preciado!
- 4. Una plaza con un lado más ancho. El corazón de la Villa, su plaza de adoquines, es asimétrica. Sí, uno de sus lados, en concreto el izquierdo, tiene un metro más de ancho que el derecho. Por eso, a menudo verás que en esta parte de la plaza hay más verde -el del césped-que en el otro. Esta característica del recinto requiere de ideas innovadoras que disimulen «el defecto» boceto tras boceto y año tras año. Pero otra vez la mente de los diseñadores, ¡resuelve la encrucijada!
- 5. Hay siete colores diferentes de arena. Blanco, negro, rojo, amarillo, verde, ocre y violeta. Estos son siete colores distintos de tierra natural que se pueden ver en el parque del volcán más importante de España. Esta tierra, que es la que da lugar a la obra de plaza del Ayuntamiento, puede dar forma a veinte tonos diferentes. Así, aunque parezca sorprendente, de blanco, se pueden conseguir hasta tres variantes; y dos negros; tres rojos; dos amarillos; dos o tres ocres; y hasta cuatro violetas. ¡Es la paleta de colores de El Teide!